El interés por
valorar el nivel de las capacidades motrices en niños y jóvenes tiene un número
enorme de investigaciones y una mayor cantidad de personas interesadas en
conocer realmente como están nuestros niños y jóvenes. Por ello en las
escuelas, liceos, clubes deportivos y centros de entrenamiento es común
observar cómo se evalúa alguna capacidad motriz con diversos test. Algunas veces
se utilizan test validos científicamente otras algunas pruebas improvisadas
pero que no pierden de vista los objetivos del profesor por tener referencias empíricas
previas, gracias a evaluaciones con otros grupos o camadas de alumnos o
atletas.
De esta manera
entendemos que evaluar es importante, para conocer que sucede, que hay y que
necesitamos mejorar. En este sentido las organizaciones educativas llevan
ventaja organizativa por contar con un sistema que requiere una evaluación de
aptitud física (AF) al inicio del año escolar, a diferencia de los clubes
deportivos donde se evalúa solo a criterio del entrenador y cuando este lo
requiera. Si bien todos los entrenadores deberían evaluar iniciando la
preparación para orientar el trabajo, no existe una norma dentro del sistema
deportivo que lo exija ni que supervise este proceso por lo cual en ocasiones
se obvia. Del mismo modo en las escuelas
y liceos a pesar de contar con una normativa y un marco legal y pedagógico que
sustenta la evaluación de la AF frecuentemente se obvia, o se realiza sin
acudir a parámetros de estandarización, ni respeto estricto a los protocolos.
Existe un número importante de
docentes y entrenadores con la intención de hacer “las cosas bien”, sin embargo
la ausencia de un modelo estandarizado, un sistema de evaluación simple, de fácil
aplicación, sin requerimientos complejos en recursos, tiempo y metodología de
aplicación, ocasiona que muchos se decepcionen y desistan de hacer las
evaluaciones “como debe ser”. Algunos intentan compararse con tablas
percentilares y puntos de corte publicados por internet, y que corresponden a
estudios alejados de las fronteras Venezolanas. Por lo tanto sin intención se
incurre en un error de interpretación y de evaluación de resultados, tal vez
subestimando o infra estimando la realidad de alguna variable, un ejemplo de
ello sería la evaluación de un grupo de niños tomando como referencia las
tablas de estatura de estudios extranjeros donde se utilizaron niños de una
población que por condiciones genéticas presente estatura superior o menor a la
nuestra, es decir si la población es más alta estaríamos infraestimando nuestra
realidad y si es más baja de talla estaríamos sobreestimado nuestro tamaño, lo
adecuado sería compararse con tablas de nuestra propia población. Del mismo
modo, comparar los metros recorridos en un test aeróbico de 10 minutos con 15
seg de carrera por 15 seg de pausa (test de Andersen) con tablas de clasificación elaboradas con los
niños de Noruega, existen diferencias biológicas y de proporción desconocidas
entre estas poblaciones que seguramente pueden afectar la evaluación.
Por lo otra
parte si bien el gobierno actual ha hecho algunos esfuerzos por normar estos
procesos, al publicar manuales de evaluación de la aptitud física, tal es el
caso del manual presentado en 2002 por el Instituto Nacional de Deportes para
las Unidades Educativas y Barrio Adentro Deportivo, no se hizo un seguimiento
de su ejecución, no se sistematizaron los datos y se utilizaron tablas extranjeras
y de una población especial (niños deportistas de Camaguey –Cuba) la cual
presentaba importantes ventajas al ser comparados con los resultados de
nuestros niños, lo cual a juicio personal era un golpe de moral a nuestros
niños y jóvenes así como a los docentes y entrenadores ya que de manera
inocente se creía que “todos estaban mal” y en los mejores casos “promedio”, un
número muy bajo saldría “bien o excelente”,.
Del mismo modo
es importante señalar que la complejidad de algunas pruebas, la imposibilidad
de contar con algunos materiales como balones de tres kilogramos, un flexometro
calibrado afectaron gravemente su estandarización a nivel nacional. Por lo
tanto la batería perdió validez en nuestro contexto, por la necesidad de
control, seguimiento y evaluación contextualizada.
Visto el
entorno evidencia la necesidad de una batería sencilla, de fácil aplicación, de
fácil sistematización de datos, con tablas estandarizadas a nuestro contexto,
en nuestro caso el Barines. Por lo tanto en 2012 se recibió un llamado de los dirigentes
deportivos escolares solicitando apoyo para la organización del proceso de
evaluación de aptitud física y partiendo de la experiencia en la evaluación con
fines de identificación de talentos en la Unidad Educativa Nacional de Talento
Deportivo del Estado Barinas, se puso en marcha un proceso de preparación de
los docentes y se entregó un protocolo simple con 6 pruebas básicas:
flexibilidad de pie (no requiere flexometro), abdominales en 20 segundos,
flexoextención de codos en 30 segundos (apoyo facial para el femenino), salto
horizontal, velocidad en 30 mts lanzados y un test aeróbico de 10´ (test de Andersen), además de las variables antropométricas
básicas de peso, estatura de pie y talla sentado. Se recolectaron 35mil datos y
hubo confusión con algunos protocolos (la prueba aeróbica presento alta
resistencia, errores en recolección del tiempo 30mts, estaturas y pesos erróneos
así como tallas sentados increíbles), muchas de estas fallas se originaron por falta de orientación en algunos casos y en
otros por viejos vicios, siendo que anteriormente no se le daba seguimiento, ni
tratamiento adecuado en la sistematización posterior de los datos recolectado. Por
lo tanto se inició un proceso de sistematización y revisión de los datos
recolectados, llegado a 14.000 datos limpios para el estado Barinas,
exceptuando algunos municipios.
Al hacer una
revisión historia de trabajos en Venezuela nos encontramos con proyecto
Juventud, quienes en la década del 80, contaron con una cantidad de recursos
importantes así como personal entrenado especialmente para realizar los
controles, lograron recabar alrededor de 7000 datos a nivel nacional los cuales
se publicaron casi 10 años después en 1994. Por lo tanto es un éxito contar con
una base de datos que permita caracterizar a nuestros niños y jóvenes. Este tipo
de trabajos se realizó gracias al apoyo y la ética de trabajo que demostraron
un grupo de docentes de Educación Física que realizó de manera adecuada el
protocolo de la batería, así como a los coordinadores municipales de EF quienes
mostraron una motivación especial en poyar y alcanzar un trabajo exitoso. Solo gracias
al esfuerzo en conjunto se están confeccionando en el departamento de Medición
del Rendimiento Deportivo de la Unidad de Talento Deportivo del Estado Barinas,
las normas de evaluación para el estado Barinas que se espera sean publicadas
en 2014 (2 años después de la primera recolección); de esta manera Barinas se
presenta como pionero y modelo nacional en este tipo de trabajos, se confía en
el apoyo de los demás entes deportivos federados e instituciones regionales y
municipales para profundizar en identificación de las cualidades y necesidades
de la población infanto juvenil de la entidad llanera.
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